En ocasión del día Mundial de los Humedales, el pasado 2 de febrero representantes de diversas organizaciones desafiaron el intenso calor y recorrieron los bosques, pastizales, humedales y arroyos de la Reserva Ambiental la Cañada, ubicada al pie de la barranca del Cazador en el Partido de Escobar. Participaron representantes de la Fundación Humedales (Wetlands), Germinar ONG, Asociación Ambientalista Los Talares, Un árbol ONG, Asociación de amigos de la Reserva de Maschwitz y COA Pava de Monte. También manifestaron su apoyo la Fundación Temaikén, la Fundación Vida Silvestre, la Plataforma Humedales en Red y La Fundación Patrimonio Natural- Reserva Ambiental de Pilar.

La actividad fue convocada por la ONG Germinar, con el objetivo de promover el conocimiento y la percepción pública de este valioso relicto de humedales de los bajíos ribereños, el último que persiste en la zona de la Cañada del Cazador.

Esta área presenta un valor ecológico y paisajístico único como consecuencia de su particular ubicación, donde la elevada barranca presenta mayor proximidad a la costa del Río Luján. Además la reserva está atravesada por el curso inferior del arroyo El Cazador. Todo ello la dota de una biodiversidad extraordinaria, asentada en los talares y bosques de barranca, los bosques de albardón, los pastizales, humedales y ecosistemas fluviales.

Muestra elocuente de esta extraordinaria biodiversidad es el hecho que allí se han avistado 99 especies de aves en el último Big Day de Observación de aves realizado en octubre pasado, observaciones validadas por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, y que ubica a La Cañada como el segundo sitio de mayor biodiversidad de aves en la Provincia de Buenos Aires y uno de los primeros 20 a nivel nacional.

Tan particular y único valor ambiental fue reconocido en el Plan Estratégico de Escobar de 2010, que declaró a la zona como Reserva Ambiental. Desgraciadamente, tal declaración no ha tenido un correlato en un plan de manejo ni en un criterio de preservación ambiental del entorno, al punto que la supervivencia de la Reserva se encuentra seriamente amenazada por el avance de los emprendimientos inmobiliarios Naudir Delta y Amarras de Escobar. De concretarse estas urbanizaciones no sólo se destruirían irreversiblemente unas 500 hectáreas de humedales de la Cañada del Cazador, linderas a la Reserva, sino que también implicaría la destrucción de la propia Reserva.

Actualmente el emprendimiento Naudir Delta se encuentra paralizado por la Justicia gracias a una acción emprendida por la Organización de Ambientalistas Autoconvocados. Sin embargo, tanto el gobierno municipal como el provincial vienen dando muestras elocuentes de su voluntad de promover el avance del emprendimiento, que implicaría, como hemos señalado, la pérdida definitiva de la Reserva. Por esta razón, el involucramiento de organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad en general resulta fundamental para conservar este valioso ambiente natural para toda la sociedad y las futuras generaciones.