Incumplimiento de medida cautelar en un campo en Pilar

Hoy miércoles 11 de enero ingresaron desde horas de la mañana máquinas agrícolas al campo que el juez Luciano Enrici a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Nº 2 del Departamento Judicial de San Isidro protegió con una medida cautelar que pone freno a las fumigaciones y pulverizaciones a mil metros de las viviendas en la zona.
L@s vecinos denunciantes al advertir la llegada de las maquinarias dieron aviso al cuerpo de inspectores, a la policía y al ministerio provincial de desarrollo agrario. Se hicieron presentes un móvil policial y una camioneta del cuerpo de inspectores de Pilar pero no frenaron la actividad de las máquinas. La medida ordenada por el juez Enrici exige que se frenen las fumigaciones y pulverizaciones, en el campo que explota Gualberto Oscar Cattaneo y en dos campos linderos más, había establecido un perímetro de 1000 metros que debía respetarse, resguardando distancia de todas las viviendas incluyendo los barrios Larena, Los Quinchos y el barrio Lemme, y exhorta al municipio de Pilar y al gobierno provincial a hacer cumplir la medida y a ejercer el poder de policía .
Nadie frenó a las maquinas enviadas por Cattaneo que solo se detuvieron cuando comenzó a llover. El explotador del terreno fue anteriormente multado por la suma de $400 mil pesos en 2022, por incumplir las reglamentaciones que dispone el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires. La cautelar fue emitida el 01/12 de 2022 y Cattaneo desobedeció en dos oportunidades en menos de un mes, fumigó incluso el día anterior a la Noche Buena. Nada de lo que ordenó el juez fue cumplido por las autoridades estatales.
Los vecinos, en cuya sangre se constató la presencia de glifosato, radicaron la denuncia correspondiente por incumplimiento ante la fiscalía número 4 de Pilar, a cargo de Gonzalo Agüero. El hecho también fue denunciado en el destacamento policial del parque industrial.
Una denunciante fue Patricia Santangelo y otro Ángel Bruno Assmann, quien desde febrero de 2022 denuncia estas fumigaciones que les han ocasionado severos riesgos para su salud. Santangelo padece siete enfermedades asociadas a la exposición a agrotóxicos y cáncer, dejando asentado en su denuncia que a raíz de las fumigaciones presenta "síntomas como que se le cierra la garganta, enrojecimiento en los ojos e irritación en las vías aéreas sintiendo en el aire olor".
El otro denunciante, Angel Bruno Assman viene denunciando desde febrero de 2022 las continuas fumigaciones en el predio lindante, y presentó un certificado médico expedido por el Hospital Universitario Austral, donde se precisó que "es un paciente expuesto por su lugar de vivienda a glifosato y otros agroquímicos". "Presenta irritación de vías respiratorias y tos. Trae dosaje de glifosato positivo de 3,30", se indicó en el certificado firmado por la médica María Verónica Torres Cerino, que sugiere que debe "dejar de exponerse a la fuente de contaminación".
La abogada Macarena Zarza presentó un escrito denunciando la desobediencia y el incumplimiento a la manda judicial. La letrada patrocinante, agregó que si bien utiliza todas las herramientas judiciales existentes para proteger los derechos de sus clientes, observa que: "es un conflicto muy cotidiano que los productores agrícolas por su propio beneficio, sean egoístas y no vean el daño colectivo que producen, no solo a sus vecinos, sino al ambiente y a los recursos naturales". Zarza enfatizó: "El reticente incumplimiento de la cautelar resulta intolerable jurídicamente, en un estado de derecho en el que las normas deben ser cumplidas y las conductas contrarias no pueden ser toleradas por los funcionarios ni los magistrados, cuya función es velar por la vigencia de las mismas y del estado de derecho que torne factible una "convivencia social armónica. Esperamos que se tomen las medidas necesarias ante el incumplimiento de la medida dictada por el juez Ernici, aunque el temor por nuevas fumigaciones es continuo, porque el accionar inescrupuloso del agricultor Cattaneo es constante"
Bruno Assman declaró: “No sé lo que va a pasar. Lo que temíamos que pasé pasó hoy. Entraron con máquinas y camionetas, frenaron cuando empezó a llover y se fueron pero dejaron un obrador y tolvas. Así que creemos que van a volver a fumigar de noche, como suelen hacer. No sabemos lo que están tirando.
Desde el Estado no hubo buena comunicación, no se sabe si las partes están notificadas. La policía dice que no tiene ordenes, los inspectores del municipio desconocen la problemática, hablamos con el fiscal está de licencia, se está ocupando, ahora el fiscal de turno tiene que tomar la causa e investigar todo, pero en esa demora nosotros quedamos expuestos.
No había nadie controlando, no había un ingeniero agrónomo. Fumigan con impunidad, según la toxicóloga que me esta atendiendo mi organismo no puede soportar más exposiciones a los agrotóxicos. Me dijo que si quiero vivir diez años más tengo que alejarme de toda contaminación. Vienen estas máquinas y fumigan violando la decisión judicial a metros de las ventanas de mi casa, sobre el arroyo y a metros de la plaza pública donde juegan los nenes del barrio vecino. Es imposible protegerse. A un año de comenzar las denuncias y a un mes de la decisión judicial hicieron lo mismo de siempre: nos fumigaron y no tenemos garantías de que no vuelva a suceder”.
La situación prueba la necesidad de una ley provincial que regule el uso de agrotóxicos que afecta a las poblaciones vecinas y daña la salud de las personas y del ambiente.